¿En Que Consiste?
Consiste en a través de una previa entrevista con lo/as progenitore/as y/o tutore/as, realizar una historia de la sintomatología que presenta el/la Menor, así como de las circunstancias vividas en los últimos años en el entrono socio-educativo y familiar. Padres, menores y psicoterapeuta, trabajan en equipo para desarrollar habilidades para afrontar los problemas que está sufriendo el/la menor, la familia y su entorno socio-educativo. Tenemos sesiones individuales con lo/as menores, con lo/as padres, en coordinación multidisciplinar con el centro educativo o médicos si tuvieran tratamiento con el fin que el/la menor reciba el apoyo de su entrono para superar la problemática que presenta.
¿Cuándo Acudir?
Cuando hay un/a menor que presenta síntomas de índole psicológico o psicosomático. Cuando, hay uno o varios miembros de la familia con dificultades a nivel emocional o la dinámica familiar es dañina, cuando hay dificultades en la comunicación, crisis puntual (muerte, enfermedad, infidelidad, celos, separación de la pareja, cambio domicilio), adolescencia y conductas disruptivas, abuso y violencia, dificultades en los planes de futuro, etc.
¿Qué Beneficios Terapéuticos Tiene La Psicoterapia Infanto-Juvenil?
- Ayuda a tomar conciencia de la responsabilidad y necesidad de un cambio en la dinámica familiar y/o escolar.
- Aumenta la capacidad del entorno familiar y educativo para detectar las necesidades y dificultades de lo/as menores, así como , atender el momento madurativo y circunstancias.
- Facilita una vinculación emocional saludable a través de vínculos de apego seguro (abordar la sobreprotección, estilos educativos coercitivos o pasivos…).
- Potencia habilidades parentales y de crianza apropiadas, apoyando el ejercicio de un rol parental saludable para el sistema familiar.
- Ofrece nuevos modelos de relación con el/la menor.
- Aumenta la autoestima y autoconcepto del/la menor.
- Disminuye el nivel de hostilidad, agresividad y/o violencia implícito y explícito.
- Mejora la comunicación y gestión emocional de/la menor con el entorno familiar, educativo y de compañero/as.
- Permite comprender límites claros entre el/la menor y lo/as adulto/as.
- Facilita ajustar las expectativas propias y de los demás.
- Aumenta la capacidad de detectar y expresar necesidades en uno mismo y en los demás.
- Facilitar vínculos de confianza: facilita actuaciones desde un clima familiar de respeto.
- Disminuye el nivel de estrés e inseguridad.