A muchas personas nos ha ocurrido una o varias veces en nuestra vida que al enfrentarnos a situaciones sociales (por ejemplo llegar a un sitio nuevo con personas desconocidas) nos hemos sentido cohibidas, incómodas, inseguras, incapaces,… El tiempo y la experiencia nos llevó a superarlas o, quizá, estemos pasando un momento como este.
Si volvemos atrás, posiblemente haya habido cierta inseguridad personal, falta de habilidades sociales, miedo a ser rechazada/o, enfado por no poder afrontarlo con más comodidad...Así mismo, vemos que nos gusta estar acompañados/as y también disfrutamos de nuestra soledad.Que esto de sentirnos tímidos/as se da en situaciones nuevas, con personas que no conocemos y/o en situaciones donde nos sentimos evaluados/as, miradas/os pero no en ámbitos donde conocemos y confiamos en las personas que nos rodean y en situaciones familiares, nos damos cuenta que en grandes grupos nos sentimos pequeños y que al relacionarnos de persona a persona te sientes seguro/a, cómodo/a, desenvuelta/o, feliz,…
Puede ser que estés observando esta característica en tu hijo/a. Te invito a que
- Compartas con el /ella situaciones en las que tu te has sentido del mismo modo. Emociones tenías, como las afrontabas, que hiciste,…
- Fomentar su seguridad personal destacando las ocasiones en las que ha sido capaz de afrontar esas situaciones, poner en valor lo que ha hecho, son un recurso.
- Ofrecerle formas de hacer que sean concretas y posibles para él/ella. “ Si te apetece acércate y saludas, le dices que quieres jugar. Si te dice que si, lo haces. Si te dice que no yo estoy aquí contigo, hacemos algo juntos o si prefieres juegas tu solo/a”.
- Ofrecemos oportunidades para que de un paso más pero no presionamos si no se siente preparado. Habrá otras.
- Jugar a representar situaciones que teme, desempeñar los distintos papeles, hacerlo como le gustaría,...De modo que se acerque a la situación desde la seguridad y el placer de jugar. También representar aquellas en las que se siente cómodo/a y seguro/a para que experimente su fuerza y habilidades.
A veces estas dificultades se mantienen más tiempo del deseado, están afectando a más áreas de su vida y/o lo que hemos hecho no es suficiente. En esos casos, sería conveniente pensar en consultar a un profesional.