El contacto es un concepto clave en la Terapia Gestalt. Los humanos somos capaces de vivir en el mundo de la realidad y también con la misma certeza en el mundo de las ideas. Esto que es una cualidad que nos ha permitido imaginar, elaborar hipótesis y avanzar, también puede volverse en nuestra contra.
¿Cuándo algo es real? Cuando puedo sentirlo en mi cuerpo, en mis sensaciones corporales y en mis emociones. (Toda emoción o sentimiento tiene repercusión en el cuerpo).
Entonces yo puedo creer que me relaciono. Que tengo contacto conmigo y con el mundo y no ser cierto. Puedo ser que en realidad me encuentre únicamente en el mundo de las ideas en el mundo de la pura ilusión.
En ese mundo no hay energía, no hay vida porque no hay nada “real” en el sentido expresado más arriba, porque no hay CONTACTO.
En nuestra cultura occidental, el cartesianismo nos ha hecho mucho daño al separar la mente del cuerpo. Nos ha disociado. Y además ha ensalzado a la mente denigrando al cuerpo. Creo que uno de nuestros grandes retos es volver a lo que es natural: somos seres corporales, sexuados, capaces de sentir, pensar, emocionarnos, relacionarnos y crear.
Si tomamos conciencia de los enormes cambios sociales en los que estamos inmersos, de la “modernidad líquida”, en palabras de Baumann, entonces necesitamos, urgentemente, claves de referencia que nos sostengan y una de ellas es esta de la atención al “Contacto” con nosotros mismos y con el otro.